La construcción es una de las actividades humanas con mayor repercusión en el medio ambiente.
El concepto de casa bioclimática apunta a la idea de paliar los efectos negativos aparejados a las construcciones de las nuevas viviendas mediante la aplicación de los avances tecnológicos.
La arquitectura bioclimática es una forma de construcción responsable e inteligente. El primer principio a aplicar a la hora de conseguir un hogar bioclimático es construirlo según la morfología del terreno y el estilo arquitectónico tradicional de la zona, para integrarla en el hábitat.
La orientación de la casa debe ser norte-sur para aprovechar al máximo tiempo posible el calor y la luz natural del sol. Las habitaciones más utilizadas deben estar al norte y disponer de grandes ventanas y las que menos se frecuenten, al sur. De esta forma se podrá ahorrar calefacción en invierno y aire acondicionado en verano.
La utilización de las energías renovables mediante distintos recursos es primordial en la casa bioclimática:
- Paneles solares
- Muros que acumulan energía procedente del sol.
- Galerías cruzadas de ventilación.
- Utilización de energía eólica, la cual debido a su alto costo se recomienda ser compartida con otros hogares.
En cuanto al suministro de agua, la vivienda bioclimática reutiliza las conocidas aguas grises - procedentes de la ducha y la cocina - para las cisternas del baño. El agua de la lluvia se utiliza para regar las plantas.
En las viviendas sostenibles el ahorro en energía (consumo energético) y en agua puede llegar hasta el 70%.
Los materiales utilizados en la casa ecológica son, además de los materiales tradicionales como la madera y la piedra, la cerámica y el hormigón ecológico. Ningún material podrá contener productos nocivos, como el PVC o el amianto.
La creación de estos materiales ecológicos se ha visto beneficiada en los últimos años gracias al aporte de las nuevas biotecnologías.
Articulo extraído por A.A.
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